Lo mejor no significa lo que necesito.

Crecí creyendo que lo “mejor” era sinónimo de lo necesario.
Me encontré tantas veces con cosas, completamente innecesarias. Las veces, que estuve en situaciones, lugares que creía debía estar, por ser la “mejor opción”, ignorando lo que mi cuerpo me pedía.

Creo que somos una sociedad cargada de un peso que no nos hace falta, convencidos de que es esencial, y sin imaginarnos siquiera cómo sería vivir sin todo eso…

¿Lo mejor? ¿Dónde está el manual de lo mejor? Lo mejor muchas veces solo cumple con estándares sociales, expectativas de otros, sueños que ni siquiera son nuestros; incluso, puede responder a valores que no son los míos. Lo mejor casi nunca se ajusta a lo que realmente necesito.

Darme lo que necesito es hacer silencio para escucharme. Mi necesidad solo existe en el ahora. Ni en el pasado ni en el futuro. En el presente.

Sigo aprendiendo a escucharme. Cuando me veo analizando, controlando, o cargándome de más, me pregunto: “¿Qué necesito?” Bendita simple y profunda pregunta. Mi cable a tierra. A veces necesito un abrazo, otras veces dejar de pensar, descansar, comer, bailar, o simplemente estar con una amiga.

Entender qué necesito fue la llave para autorregularme. Las veces que me olvido, termino pidiendo a otros que llenen un espacio que no les corresponde. Y eso si que no necesito..