Antes de tiempo se cortó,
el cordón de tu completa unión.
Sabías vos,
que no era el momento.
Pero no se escuchó,
entre tanto tormento.
“¿Ya no me escuchás? ¿Ya no me sentís?”
“No estamos listas” Repetís.
Y así sucedió..
Tu ritmo se ignoró.
Tu vaso nunca se llenó.
La voz ajena te retumbó
Y esa culpa,
del deseo te separó.
Desconociste tu fuerza.
Imploraste miradas.
Perseguiste confianza.
Y te sentiste ignorada.
Seguiste el camino indicado,
cumpliendo con lo esperado.
Sin saber que
siempre buscabas el agrado
No abandonaste batalla,
Navegaste en la incertidumbre
del corazón, y en el control de la razón.
Tu compromiso siempre primó
y tu curiosidad sutilmente te guío
Hasta que reconociste tus grietas
para que la luz entrara.
Tu autoridad fue interna
Y tu confianza, tu aliada.
Te fundiste en tu abrazo.
Sintonizaste tu ritmo.
Dejaste de pedir permiso
Y así fue como creaste tu paraíso.